Esto es Excursionistas, tómelo o déjelo

Una nueva frustración. Excursionistas cayó en su estadio ante Talleres de Escalada por la final de vuelta del Reducido y nos quedamos con las ganas de jugar la Promoción. Ni siquiera en el año del Centenario y con este gran equipo se nos pudo dar el ascenso y el Verde disputará la próxima temporada en la Primera "C" por décimosexto año consecutivo.

Excursio sigue atrapado y sin salida de esta divisional. Otra vez una final perdida; otra vez nos quedamos a las puertas del cielo. Como ante Barracas hace algunas semanas, como ante Cambaceres cuatro años atrás, como ante Laferrere hace casi una década, o como en el Viejo Gasómetro hace siete lustros. Ejemplos tomados al azar dentro de una historia signada por las desilusiones.

Esto no es para cualquiera. Ser hincha de Excursionistas es esto, es ilusionarse y golpearse, es alentar, esperanzarse y sufrir. Es un amor lleno de desengaños y frustraciones. Pero también es el barrio, los colores, la familia y los amigos. Creo que ninguno de nosotros se bancaría una relación tan de amor/odio como esta en otro orden de la vida, pero acá hay un sentimiento demasiado poderoso, un arraigo tan fuerte y una pasión inexplicable que no se compara con nada. Esto es Excursionistas, tomalo o dejalo. Podrás putear, llorar, romper el carnet y jurar que no vas a venir más, pero a los pocos días vas a parar la oreja otra vez, queriendo saber si sigue el técnico, qué jugador viene o contra quién nos va a tocar la primera fecha.

Hablo a título personal. Tengo 28 años y pisé Excursionistas por primera vez hace once, amo a esta camiseta y a esta institución porque la elegí yo, no la heredé. No nací en Belgrano y caí en este lugar recién cuando el destino lo quiso. Acá conocí gente extraordinaria y viví experiencias muy fuertes, primero como hincha y luego como directivo. Por Excursio postergué todo y hace más de ocho años que no falto a una cancha. Llevo más de 300 partidos consecutivos ininterrumpidos, faltando al trabajo, a la facultad cuando iba, a reuniones familiares, salidas. Perdí plata, me endeudé, fui a la cancha enfermo más de una vez, me envicié con el cigarrillo, perdí a gente muy querida, me banqué épocas en las que todo andaba mal y los que nos quedamos para seguir poniendo la cara y el hombro eramos vistos como leprosos. Quiero decir con esto, ante todo, que mi historia no es ni mejor ni peor que la de cualquiera de ustedes que siguen este blog. Lo que sí, no la cambio por nada, ni me arrepiento, ni me lamento, ni me reprocho nada. Haría todo de nuevo. Esta es mi historia, esta es mi pasión, este es el lugar que me motiva a hacer el esfuerzo que no hago ni haría en ningún otro lugar. Y cuando se reanude el campeonato, en la primera fecha, volveré a estar en la cancha que sea viendo al Verde ya sea como directivo o como un hincha más.

De lo que yo viví, este equipo (al cual considero como uno solo junto con el del año pasado) fue lo más extraordinario. Tengo un gran afecto por cada uno de los jugadores que dejaron el alma en cada cancha y un aprecio enorme por Sergio Rondina que me demostró que se puede ser un gran técnico y una mejor persona al mismo tiempo. Por todos ellos es que este final amargo me pegó peor que nunca. Este Excursionistas merecía otro epílogo, un logro que los dejara afuera de la bolsa centenaria de frustraciones. No pudo ser. Lo intentaron con todas sus fuerzas pero no alcanzó para poder quebrar la historia. Tampoco bastó con el tremendo esfuerzo de un grupo de personas (dirigentes y no) que estuvieron siempre a su disposición para acompañarlos y tratar de darles todo lo que necesitaban, como nunca antes. A ellos esta vez los quiero nombrar: al presidente Armando Mainoli, a Ricardo Sofandi (h), a Gustavo Antelo, a Héctor Masciotra, a Angel Lozano, a Claudio Baragiola, a Mario Perotti, a Guillermo Baquero, a Gabriel Noto.

La pregunta que me surge ahora, luego de tanto trabajo y sacrificio, es ¿cuándo va a alcanzar? ¿Qué cosa no hemos hecho en todo este tiempo para que el ascenso se nos siga negando sistemáticamente?

De movida se me ocurre que tiene que ocurrir algo superador, que nos reposicione económicamente y nos ponga a la par de otros clubes que en este último tiempo han logrado reunir un presupuesto mensual mucho más alto que el nuestro. Mientras esto no pase, seguiremos corriendo detrás de la coneja, teniendo que alquilar la cancha para que vengan a romperla por unos mangos o sacándonos la plata entre nosotros con rifas, recursos válidos pero que al fin y al cabo no son suficientes para resolver nuestra situación.

Lamento en el alma que este equipo no haya logrado el ascenso, no sólo por lo dicho de que se lo merecían por esfuerzo y don de gente, sino porque estoy convencido de que acá había una base esperanzadora para afrontar el desafío de jugar en una categoría superior y el ingreso de dinero por la televisación de los partidos hubiera redondeado un presupuesto interesante para reforzar al equipo y potenciarlo.

No sé todavía qué va a pasar con el plantel. Habrá que ver si Rondina quiere seguir (ya el año pasado lo buscaron de equipos de la "B") y qué ofertas tienen los jugadores. De movida les confirmo que el club hará todo lo posible y más también porque todos ellos continúen. Me desmotiva el hecho de pensar que muy probablemente tengamos que volver a arrancar prácticamente de cero luego de dos años de esfuerzo y de haber quedado ahí nomás de subir. También me tira abajo como a ustedes el darme cuenta que dentro de dos meses volveremos a enfrentar a los mismos equipos de siempre y a visitar otra vez las mismas canchas. Pero como decía al principio, o lo tomás o lo dejás. Y yo lo tomo.

Esta vez no quiero hablar de fútbol. Yo sé que el equipo jugó mal, que perdimos la clasificación en casa con ventaja deportiva y dos resultados a favor. Pero me parece que el esfuerzo de este plantel y la ilusión que despertaron en todos los hinchas se merece un respeto. Qué difícil se hace aplaudir o agradecer. Pero se lo merecen, por lo menos de mi parte. Por todo lo que nos dieron que no fue poco: gracias Huevo, gracias jugadores, gracias Excursio.