30 septiembre, 2007

No vendimos cara la derrota, la regalamos

Nueva desilusión del Verde como local. Tercera derrota sobre cuatro partidos disputados en el Bajo Belgrano. San Miguel nos ganó 1 a 0 y quedamos muy lejos de la punta. El gol de la visita lo señaló un tal Guillermo Paez a los 34' del primer tiempo tras un feo error de Pablo Modica.

Otra caída en casa. Penosa por cómo se dio, ante un rival pobre pero que al fin de cuentas supo hacer su negocio. Y qué pocos méritos hizo Excursionistas para torcer ese desenlace. Una alarmante falta de ideas, no sólo dentro de la cancha sino también en el banco, desde donde el técnico no le encontró la vuelta al trámite.

En el arranque se plantó mejor Excursio. Tuvo unos buenos 25' a partir de un correcto trabajo de Modica, algo del manejo de Luis Nanni en tres cuartos (se perdió un gol increíble) y un poco de desequilibrio por parte de Diego Jaime. Pero al equipo se lo notaba desacomodado. Hernán Patiño venía de dos buenos partidos jugando como volante central (sobre todo en Bolivar) y aquí se lo corrió hacia la derecha. Es cierto, ya estaba para debutar una de las grandes esperanzas de este plantel como es Modica, pero poner a Patiño de 8 pareció, cuanto menos, una apuesta desacertada. Después, Jaime apareció por la punta izquierda cuando se ha visto que por allí no rinde y no hace pesar su mayor virtud, la velocidad, porque llega al fondo y tiene que hacer una de más para acomodarse a su pierna más habil. El "Ruso" Ingenthron anduvo totalmente perdido, la posición de Jaime lo sacó de su sector natural que es la franja izquierda del ataque y, previsiblemente, terminó teniendo una tarde para el olvido. Por último, el Guapo Flores pareciera que con el correr de los partidos se va alejando cada vez más del arco. Quizás no sea el típico 9 que vive en el área para terminar todas las jugadas, pero tampoco está bueno jugar todos los partidos sin una sola referencia de gol. La fría estadística indica que los delanteros de Excursionistas no convierten goles desde hace 533 minutos. Toda una señal.

No obstante todo ello, insistimos, San Miguel no hizo méritos para llevarse los tres puntos del Bajo, pero cuando Excursionistas juega tan mal como lo hizo esta vez, perder es una posibilidad bastante cierta. Y así fue, más allá de que el gol fue un infortunio total de esos que sólo se ven aquí en La Pampa 1376, no sólo por la jugada sino también por quién la protagonizó. Modica tenía toda la cancha como para salir jugando pero optó por apoyarse hacia atrás con Matías Arce (el más parejito de Excursio), sin notar el rosarino que había un delantero de San Miguel que recibió ese pase libre de marcas y no tuvo más que acomodarse y patear al arco para poner el partido 1-0 en favor de la visita.

De ahí en más, Excursionistas se desmoronó. Y esto no es nuevo. Ante Burzaco, Cañuelas, Laferrere y Alem, cada vez que nos hicieron un gol, chau. Si ibamos ganando, terminábamos contra las sogas. Y si estábamos 0 a 0 y nos enganchaban el primer gol, olvidate.

Lo dicho, el equipo no tuvo respuestas futbolísticas para remontar el resultado pese a que le sobraba tiempo para hacerlo. Pero las condiciones no estaban dadas. El planteo fue decididamente equivocado al igual que los cambios. De movida habría que entender que no podemos darnos el lujo de plantear un partido pensando exclusivamente en nuestras virtudes, que dicho sea de paso si acaso las hemos demostrado en lo que va del campeonato ha sido en dosis mínimas. Excursionistas no puede no tomar recaudos defensivos con un jugador enfrente como Mariano Oliva, que no será un crack pero si lo dejás jugar te puede manejar el partido. Y así fue durante todo el primer tiempo, nadie tomó al petiso y éste jugó como si estuviera en el patio de su casa. Pero para este caso tampoco es la primera vez, pasó lo mismo con el Laucha Santillán contra San Martín, con Zen Bonacorsi ante Cañuelas, con Jorge Blanco el día de Laferrere, con Cameroni en Gerli, con Almada Flores versus Barracas Bolivar. Hay que entender que Excursionistas no está para ganar partidos de atropellada y que mientras tanto, no es pecado sacrificar un jugador y mandarlo a tapar al estratega rival.

Yendo al complemento, Gerardo Garate (foto) dispuso el ingreso de Luciano Bettoni en reemplazo de Patiño. Y el Verde terminó despoblando el medio y sumando gente en ataque que de la única manera que se la abastecía era a través del pelotazo sistemático. Una papita para los centrales de San Miguel, sobre todo para el número 2, Kaezuk, que se cansó de devolver todo lo que le venía de frente. Había que poner la pelota contra el piso pero así iba a estar complicado. El único que podría haberle aportado algo distinto al equipo durante ese pasaje del partido estaba sentado en el banco: Fabián Della Marchesina. Para cuando el DT se decidió a ponerlo ya era tardísimo. Quizás el Polaco no sea la solución para todos los problemas de este equipo, pero visto lo visto y dadas las circunstancias no puede no estar dentro de la cancha.

No queda mucho más para comentar o analizar. Ni jugadas de riesgo que evocar porque de hecho no las hubo en todo el segundo tiempo. La derrota duele no sólo por lo numérico sino porque está la plena impresión de que era absolutamente evitable, que perdimos un partido que no se podía perder ante un rival que recurrió a la entrega y el sacrificio durante los 90 minutos para suplir todas sus carencias futbolísticas y llevarse un triunfo de oro. Eso también hay que envidiárselo al conjunto de Los Polvorines, la actitud con la que disputó el partido.

Quedamos a ocho puntos de los líderes, Luján y Laferrere. Hay treinta partidos más por delante; un montón. Pero eso no quita que el arranque de campeonato en función de nuestras expectativas sea frustrante. Se esperaba otra cosa de este Excursionistas, que tiene material como para estar más arriba y jugar a otra cosa, pero hasta aquí no ha podido demostrarlo. Veremos si al menos la próxima fecha logramos mantener la buena racha como visitantes, cuando el Verde viaje a Campana para enfrentar al errático Villa Dálmine.


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