20 abril, 2010

Cada vez te quiero más

A todos se nos hace muy difícil conjugar con palabras sensatas y objetivas lo que pasó. Vi que hubo muchísimas visitas al blog entre ayer y hoy y supuse que quizás esperaban encontrar acá algún tipo de comentario. Por un lado tengo todavía atragantada la enésima frustración y por el otro me sigo sintiendo orgulloso de este equipo de hombres que el domingo volvieron a dejar en la cancha todo lo que tenían.

Creo que hay que saber perder y reconocer que, aunque la diferencia fue mínima, nos ganó un equipo mejor que el nuestro. Un rival con mayor recambio, pero ante todo con la confianza en alza debido a un cierre de torneo óptimo, mientras que el Verde hace rato que se viene desangrando entre lesionados, suspendidos y salidas de casa fallidas.

Seguramente todos coincidirán conmigo: esta historia no merecía terminar así. Esperábamos otro final, con Excursio dando la vuelta, con el micro de los jugadores llegando al Bajo y siendo recibidos como héroes. Pero no, otra vez no quiso ser.

Y a mí sin embargo, un gol contrario en el último minuto de un partido, de EL PARTIDO, me llena de angustia pero no me cambia todo. Me llené de orgullo acompañando a este plantel a todas las canchas donde jugó. Todas. Lo dije antes de las dos finales con Barracas y el hecho de que hayamos perdido no me modifica el concepto: este es el mejor plantel que yo haya visto, no sólo por atributos futbolísticos sino por unidad de grupo y calidad humana de sus jugadores y cuerpo técnico. No tengo ni un reproche hacia ellos y estoy convencido de que darán todo lo que les queda por devolvernos la ilusión.

Lo único que espero es que el miércoles volvamos a acompañar al equipo. Que seamos justos y no les cobremos a ellos las mil frustraciones previas. De la mano de Rondina nos ilusionamos dos años seguidos y no es momento de bajar los brazos. Es momento de sacar a relucir nuestra mayor virtud, quizás la única: EL AGUANTE. El otro día vi en Atlanta a dos pibes de la barra que se disfrazaron de médicos para poder entrar a la cancha y estoy seguro de que sólo un hincha de Excursio puede ser capaz de una locura semejante por ver campeón a su equipo.

Tenemos que levantarnos, salir del bajón y decir presente ante San Miguel en El Bajo para alentar a nuestros jugadores, para darles un poco más de fuerza y ayudarlos a salir adelante. Queda una chance más, un bonus track, y por difícil que sea hay que luchar por ella, dentro de la cancha y desde el tablón, hasta el último instante. Nos vemos el miércoles.


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