27 mayo, 2008

Análisis

Ha concluído la temporada para Excursionistas. Con la derrota del sábado pasado ante Fénix, llegó a su fin un año muy sufrido en el cual el Verde acabó caracterizándose por la irregularidad del equipo que nunca encontró estabilidad. Bien vale la ocasión para hacer un repaso cronológico por el extenso camino transitado, sacar cosas en claro y analizar qué nos dejó la participación de Excursio en el campeonato.


Tras reunirse con algunos técnicos como Néstor Ferraresi y Mariano De Lafuente, ambos con pretensiones inalcanzables, la dirigencia encaró este proyecto dándole las riendas del equipo a Gerardo Garate, quien para entonces era uno de los técnicos con mayor prestigio de la categoría y con un vasto conocimiento de los jugadores de la divisional. El plantel generó expectativas a medida que se iba conformando y desde lo económico la Institución hizo un esfuerzo muy importante para lograr la contratación de algunos futbolistas, peleando palmo a palmo el fichaje con clubes que hoy por hoy tienen ingresos superiores a los de Excursionistas. El presupuesto mensual del plantel superaba los $40.000.-


Así las cosas fueron llegando Ezequiel Bustos, que venía de un descenso reciente con Ituzaingó pero terminó siendo sin duda alguna el mejor jugador del Verde a lo largo de toda la temporada; Rodolfo Flores, goleador del torneo anterior; Pablo Modica, una obsesión que hubo que lucharle a El Porvenir, Colegiales y algún equipo de la B que también pretendía contar con sus servicios; Luis Nanni que venía de un buen campeonato en Luján, con experiencia en Primera B y prioridad para Garate. Al mismo tiempo, el club logró retener no sin poco esfuerzo a dos de sus jugadores más importantes, Mariano Gerling y Adán Ingenthron. No obstante, no hubo acuerdo con Lamadrid para que Hernán Luzzi jugara un año más en Excursio y el central tuvo que volver al Carcelero. Y fracasaron las gestiones por Federico y Nicolás Gásperi, Fernando Rocha, Alberto Meinecke, Diego Otaño y Gabriel Garcete, entre otros pedidos del entrenador.


El plantel terminó de conformarse con la continuidad de Rodrigo Acciaresi, Fabián Della Marchesina y con la intención de darle minutos en cancha a algunos chicos que habían debutado en la temporada anterior, como Manuel García Olmos, Emiliano Carreño, Diego Jaime, Lucas Bertellotti y Santiago Dorato. Además llegaron dos jugadores de las inferiores de Huracán, Matías Arce y Leandro Pérez. En cuanto a las "apuestas", el DT pidió la llegada de Luciano Bettoni con la esperanza de recuperar a aquel goleador de Comunicaciones; se la jugó por Felipe Desagastizabal y completó el grupo con jugadores como Hernán Patiño, Damián Frontini, Diego Martínez, Lucas Gómez Barroche, Federico Rizzo, Facundo Carrasco y Pablo Salega. El último en llegar fue René Kloker, de dilatada trayectoria en el ascenso y el exterior, ante la deserción de Ariel Groothuis que tenía todo acordado para sumarse y a último momento dio marcha atrás. Con ese panorama el Verde se fue de pretemporada a Gualeguaychú, donde entrenó en doble y triple turno además de disputar varios partidos amistosos contra conjuntos locales. De vuelta en Buenos Aires, jugamos amistosos contra combinados de futbolistas libres y Sportivo Italiano, como parte final de la puesta a punto. Con expectativas renovadas, Excursionistas encaraba otro campeonato, con necesidades en el promedio pero con un plantel y un trabajo previo, a priori, que apuntaba a pelear bien arriba.


El arranque no fue bueno. Comenzamos con un triunfo en Burzaco ante San Martín, rival directo en la lucha por la permanencia, pero caímos en El Bajo a la semana siguiente versus Cañuelas. De visitante volvimos a levantar la puntería y derrotamos en los minutos finales a Villa San Carlos. Pero de local no había caso y Laferrere de la mano de Jorge Blanco nos volvía a dejar con las manos vacías. A continuación, empatamos 1 a 1 en Gerli y luego vencimos en casa a Leandro N. Alem. Con ese triunfo parecía que Excursionistas había encontrado el rumbo. Cortábamos la sequía de local y algunos jugadores empezaban a aparecer. Pero ocurrió todo lo contrario. Empate sin goles en Bolivar y derrotas consecutivas ante San Miguel en Belgrano y Villa Dálmine en Campana, en ambos casos jugando muy mal. Fue en la caída ante Dálmine que se pensó por primera vez en un cambio en el cuerpo técnico, pero los jugadores respaldaron a Garate y pidieron un par de partidos más para revertir la situación. Podía ser que el equipo tomara conciencia y saliera adelante, al menos eso aparentó cuando en Soldati el Verde superó a Sacachispas jugando su mejor partido hasta allí. Pero de vuelta en Pampa y Miñones caímos por la mínima ante J.J. Urquiza. Allí, luego de apenas diez partidos como entrenador de Excursionistas, Gerardo Garate dejó el cargo. El equipo no tenía regularidad, los resultados no aparecían y de locales habíamos perdido en cuatro de cinco presentaciones.


La sucesión de Garate recayó en gente del club. Juan Chiesa dejó las inferiores para entrenar a la Primera y completó su cuerpo técnico con Germán Gorsd como ayudante de campo y Guido Taddei como preparador físico. Con poco tiempo de trabajo visitamos Merlo Norte donde caímos por 3 a 2; luego otras dos derrotas, en el Bajo ante Barracas Central y en Munro frente a Colegiales en el quinto minuto de tiempo adicionado tras haber jugado un buen partido. Con Chiesa en el banco sumamos nuestro primer punto ante Dock Sud en un feísimo 0 a 0. Acto seguido perdimos en Luján y con Lamadrid en El Bajo. Y cerramos el año con un triunfo vibrante ante Argentino de Rosario en Tiro Federal por 4 a 3 y un discreto empate sin goles con Fénix en casa.


Para ese entonces la mano del técnico ya se empezaba a notar. Los pibes ganaron terreno ante la apatía de varios de los jugadores más grandes. Así, debutaron en Primera Pablo Gil Dalcó, Juan Manuel Alomo, Federico Santa Cruz, Yamil Cuccaro, Tomás De Vincenti. Más tarde lo harían también Sebastián Peretta y Julián Villanueva.


Había que encarar la segunda mitad del torneo y el Verde podía (y debía) hacer cuatro incorporaciones. Por otra parte, el cuerpo técnico y la Subcomisión de Fútbol consensuaron las salidas de Nanni, Flores, Desagastizabal y Bettoni, quienes estuvieron muy lejos de satisfacer las expectativas. Otros como Salega y Frontini, quedaron detrás de los juveniles del club en la consideración del DT y también se fueron con el pase libre. Por otra parte, Adán Ingenthron, luego de un semestre flojísimo, insistió con ser transferido a algún club de la "B" pero no hubo ninguna oferta por él y terminó comprándose su propio pase y yéndose a jugar a Colegiales. En pleno receso, llegó a barajarse la posibilidad de que Gustavo Cisneros asumiera la conducción técnica de Excursio, pero el entrenador estiró demasiado su decisión por encontrarse estudiando ofertas de equipos de categorías superiores.


Ya en la pretemporada otra cuestión contra la que hubo que luchar fue el tema de las lesiones. Lucas Bertellotti y Yamil Cuccaro se rompieron los ligamentos, Hernán Patiño se quebró un dedo de un pie y Pablo Modica continuaba con la recuperación de su rodilla operada de meniscos. Volviendo al tema refuerzos, el presidente Armando Mainoli negoció con Colegiales la llegada de Jorge Chiquilito, sin lugar en el Tricolor. Pablo Guzmán, lateral ex Estudiantes de Buenos Aires, se probó y conformó al cuerpo técnico. Y los últimos dos cupos quedaron cubiertos con las llegadas de Jonatan Tello y Diego Bertollo, provenientes de Flandria y Central Córdoba respectivamente. Cabe destacar en esta etapa el apoyo recibido por parte de cuatro socios a quienes corresponde mencionar y agradecer: el Dr.Julio César Rivera, Gustavo Antelo, Gabriel Noto y Claudio Baragiola.


El arranque volvió a ser irregular. En las tres primeras fechas debíamos enfrentar a San Martín, Cañuelas y San Carlos, los tres rivales directos en la tabla de promedios. Suponíamos que sacando siete puntos el equipo iba a despegar del fondo y volver al objetivo inicial de pelear el ascenso, ya por la vía del Reducido. Lo cierto fue que Excursio empató los tres compromisos a pesar de merecer un poco más en cada uno de ellos. A continuación, una visita de riesgo a la cancha de Laferrere que culminó de la peor manera posible, con derrota y lesionados. Guzmán se esguinzó un tobillo y la recuperación le demandó casi dos meses, en tanto que Modica se volvió a romper la rodilla en una jugada intrascendente, quedando su presencia descartada prácticamente para todo el resto del torneo. El rosarino, quizás la apuesta más fuerte de Excursionistas, apenas pudo estar en 13 de los 38 partidos y casi todas sus apariciones las hizo muy disminuído fisicamente producto de las sucesivas lesiones.


El equipo no encontraba el rumbo y en aquel entonces hablábamos de la necesidad de encadenar un par de buenos resultados que le brindaran confianza a un plantel que, se vislumbraba, estaba en condiciones de desempeñar un papel mucho más digno que en la primera mitad del certámen. Llegó el partido con El Porvenir en casa. Hasta allí el equipo de Gerli venía peleando el campeonato y era uno de los más firmes candidatos al ascenso directo. Sin embargo el Verde sacó a relucir un poquito de la mística del viejo Bajo Belgrano y remontó un 0-2 para sumar un punto que en lo estadístico aportaba poco pero que bien podía ser el empujón anímico que los jugadores necesitaban para volver a creer. También lo sintieron así los hinchas que a partir de ese encuentro "hicieron las pases" con el equipo.


A un pasito de despertarse definitivamente estuvo Excursio, el día que visitamos a Alem. En una cancha inundada llegamos a estar 2-0 arriba con un hombre más y penal a favor, pero el equipo se desinfló en el tramo final del encuentro y terminó empatando un partido que tenía en el bolsillo. El plantel quedó muy golpeado después de la visita a General Rodríguez pero logró reponerse con una buena victoria ante Sacachispas con doblete de Chiquilito, en la que sería su primera gran tarde con la camiseta del Verde. Luego llegaría el tristemente inolvidable choque entre semana con Barracas Bolivar, donde otra vez teníamos el triunfo en las manos y en los últimos instantes nos dieron vuelta un 3 a 1 y lo convirtieron en un doloroso 3-4 con el estadio completamente enmudecido.


Otra vez era arrancar de cero. La regularidad tan necesaria seguía esquiva y el equipo perdía inmediatamente la confianza que tanto le costaba conseguir. Otra visita de riesgo en el horizonte: San Miguel. Allí el Verde pisó fuerte y se llevó tres puntos de oro con un golazo de Bertollo. A continuación, un empate pobre ante el Dálmine de Néstor Rapa y otro gran triunfo como visitante, esta vez ante J.J. Urquiza con un gran segundo tiempo de todo el equipo que remontó el partido hasta ganarlo 3 a 1. De vuelta en casa, vencimos a un rival durísimo como Argentino de Merlo, nuevamente con Chiquilito como figura excluyente. A esa altura, la posibilidad de la Promoción todavía acechaba, pero el Verde volvía a mirar de reojo el Reducido que estaba a sólo siete puntos con igual cantidad de partidos por delante. La derrota ante Barracas Central lastimó la ilusión pero se venía el duelo con Colegiales y había que ponerle pilas. La gente se acercó en gran número al Bajo y alentó al equipo como nunca antes en todo el campeonato. Bien vale volver a reconocer la actuación del Verde aquella tarde, donde bajó de la cima al puntero con muchísima actitud y entrega.


Quedaban pocas esperanzas de entrar al octogonal, pero el triunfo ante Colegiales nos había dejado el ánimo por las nubes. Y llegó el partido más traumático del año. Excursionistas visitó a Dock Sud, equipo para el cual la cosa era ganar o empezar a hacer las valijas camino a Primera "D". El Docke, último, le pegó una terrible paliza 6 a 0 a un Excursio que no encaró el partido como la final que verdaderamente era. Esa goleada quebró definitivamente la relación entre el equipo y su gente que le recriminó esa derrota hasta el último partido así como también con la prensa a la cual decidieron no darle más notas. Sorprendió al cabo que al partido siguiente superáramos sin atenuantes a Luján que aún conservaba chances de campeonar. Luego de ese triunfo, al Verde le alcanzaba con sacar un punto de los nueve restantes para eludir cualquier chance de tener que jugar la Promoción. Y pareció que el equipo se conformó con eso, porque los últimos tres partidos fueron de lo peor de 2008. Derrota en Devoto ante un pobre Lamadrid jugando muy mal, empate sin goles contra el último de la general, Argentino de Rosario y caída en Pilar el sábado pasado.


Culminado el repaso del derrotero de Excursionistas en la temporada, llega la ocasión de hacer un balance de los acontecimientos. En principio, el club hizo un esfuerzo económico muy importante en la etapa de formación del plantel. Lo dicho, en la previa el equipo generó muy buenas expectativas que luego, en la cancha, no tardaron es esfumarse. Lamentablemente a Gerardo Garate el buzo de técnico del Verde le quedó muy grande y no se bancó la presión que genera Excursionistas cuando los resultados no se dan desde un principio, sin que ello implique necesariamente minimizar o descalificar la calidad o intensidad de su trabajo. El nivel de varios de sus jugadores claves estuvo muy lejos de lo que se esperaba de ellos, caso Nanni o el Guapo Flores, que arrancó convirtiendo un par de goles en las primeras fechas y luego se diluyó notablemente. La apuesta por la continuidad de Desagastizabal fue un error caro compartido por el técnico y la dirigencia. Bettoni tuvo varias oportunidades para ganarse el puesto pero en sus diez partidos jugados no logró siquiera marcar un gol. Lo de Modica fue una desgracia, haber traído a uno de los futbolistas más importantes de la categoría que venía de jugar en Argentino de Rosario casi todos los partidos en los dos años anteriores y llegara al club y sufriera una pubialgia y dos operaciones de meniscos que terminaron marginándolo, más allá de los partidos que pudo haber jugado, casi siempre muy disminuído físicamente. Por otra parte, de los jugadores que llegaron "de relleno" ninguno logró destacarse y la mayoría de los pibes del club que tuvieron oportunidad de jugar demostraron ser mucho más que ellos.


Con la llegada de Chiesa, Excursionistas no encontraría resultados en lo inmediato. El andar del equipo desde la salida de Garate hasta el 4 a 3 en Tiro Federal fue igual de pobre pero no sería acertado cargar las tintas sobre el cuerpo técnico entrante que, al fin de cuentas, estaba formado por gente del riñón del club como se dice habitualmente y puso hasta su sangre en sacar al equipo de una situación en la que no muchos se habrían hecho cargo por lo que, nobleza obliga, corresponde reivindicar el compromiso y trabajo de Chiesa, Gorsd y Taddei. Quizás por inexperiencia hayan cometido errores como cualquier otro cuerpo técnico, pero insistimos en que debería ser valorado el hecho de haberle puesto el pecho a las balas en una coyuntura complicada. Recién en 2008 el equipo mostró empezó a dar indicios de mejoría, disponiendo de mayor tiempo para trabajar y conocerse con el plantel, más la llegada de dos refuerzos importantísimos como resultaron ser Chiquilito y Bertollo por quienes nadie daba dos pesos y terminaron siendo fundamentales dentro del equipo.


En definitiva, a Excursionistas le faltó regularidad. El Verde tuvo tremendos altibajos durante los 19 partidos de 2008. Arranque dubitativo, partidos que se escaparon sobre la hora, triunfazos de visitante, victorias sobre Colegiales, Argentino de Merlo y Luján y derrotas increíbles contra equipos muy limitados.


Para algunos el objetivo estará cumplido. Nosotros creemos que salvarnos del descenso era una necesidad, no una meta. Este plantel se armó como tal con la intención de siempre que es volver a la "B". Las circunstancias nos fueron alejando de ése, que era el verdadero objetivo. Zafar de la promoción en la penúltima fecha debe considerarse lisa y llanamente un fracaso. Con menos recursos que nosotros, ha habido equipos que han realizado campañas increíbles, caso Villa San Carlos que a principio del torneo arrancó por debajo nuestro en la tabla de promedios y 38 fechas después terminó logrando la clasificación al Reducido, o San Miguel que en medio de gravísimos problemas institucionales, con un plantel acotado sin pretemporada y sin cobrar, dio pelea hasta el final.


Para la próxima temporada, Excursionistas quedó en una situación comprometida. El Verde largará último en los promedios, con la excepción de aquellos equipos que debutan en la divisional (Cambaceres y Defensores Unidos y falta ver cómo se definen las promociones con la "B" y la "D"). Más arriba, Burzaco a 6 unidades (tiene que jugar la promoción) y Cañuelas y el Salaíto, a 10. El equipo no sólo quedó lejos de pelear por el ascenso, sino que tampoco pudo crear un "colchón" de puntos como para tener un poco de alivio en el torneo venidero y achicar la brecha con sus futuros rivales directos.


¿Lo positivo? Sin dudas este campeonato sirvió como banco de pruebas para toda una camada de juveniles. Algunos como Carreño y García Olmos se consolidaron en Primera y demostraron que están para pelearle la titularidad a cualquiera. Otros, como De Vincenti y Gil Dalcó tuvieron picos de rendimiento y deberán encontrar regularidad en su juego. Cuccaro cumplió en sus presentaciones hasta la lesión y una vez que se recupere, sin dudas volverá a tener su chance. Villanueva y Peretta jugaron apenas un par de partidos pero tienen un camino promisorio por delante el cual deberán transitar entrenando duro. Jaime tuvo algunas apariciones importantísimas como en Tiro Federal y en Loma Hermosa, pero se hizo echar un par de veces tontamente y por esas actitudes no termina de convencer. Con la llegada de Bertollo y Chiquilito a principio de año, se le achicaron las chances a Dorato que tendrá que seguir trabajando para acrecentar sus posibilidades de luchar un lugar dentro del equipo. Entre los más grandes, fue superlativo el nivel de Ezequiel Bustos. El Gato tuvo asistencia perfecta y con sus atajadas se ganó el respeto de todos; seguramente, uno de los mejores arqueros que haya tenido Excursionistas en los últimos años. El Polaco, con 36 presencias, superó los 150 partidos jugados con nuestra camiseta y aún con algunos altibajos propios de la irregularidad del equipo él mostró su calidad, nunca se escondió y fue el único capaz de conducir al equipo dentro de la cancha. Gerling fue otro de los puntos altos en base a su entrega inclaudicable. En la primera rueda se lesionó y lo mismo ocurrió en el último tramo del torneo. Cuando él no estuvo, al Verde le costó todo el doble.


Los pasos a seguir consisten en primer lugar en reunirse con el cuerpo técnico y definir su continuidad por sí o por no. Esto será en los próximos días. Luego sí, empezar a delinear un plan de trabajo, pensar en refuerzos y desandar otra vez el camino rumbo a una nueva temporada, esta vez con el márgen de error reducido a cero. A las puertas del centenario de la Institución, más que nunca, los hinchas del Verde vamos a necesitar que ese proceso tenga un final feliz.


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